La semana pasada le entregué a Isabel sus recordatorios. Cuando son cantidades grandes, además de hacerles un paquetito bonito, bonito, me gusta hacerles una cajita o bolsita para que sea más fácil a la hora de repartirlos. Y además luego pueden usarlo para guardar sus cositas.
Como el dibujo, que os enseñaré en otra entrada, tenía rayitas rosas y un corazón, aproveché esos motivos para inspirarme.
Lo primero organizar el material. Cartulinas grusas en tonos rosas, cinta doble cara, tijeras normales y tijeras de ondas, tintas, sello, cintas, troqueladora de agujeros.
Medí el grosor del taco de los recordatorios, el largo y el ancho, así tenía idea de la capacidad que debía tener mi caja-bolsita y darle un poquito de holgura para mayor comodidad. Corté las piezas delantera y trasera en un tono, y unas tiras de papel de rayitas para decorarlo, con el mismo largo. Los laterales los hice en otro tono y les añadí un pequeño pliegue. En todas las dobleces apliqué cinta de doble cara.
Antes de montarla, estampé el sello de corazón con diferentes tintas, en tonos rosa y fresa, sobre la parte de las rayitas. Y aproveché para hacer una etiqueta para el remate de la caja.
Ahora sí ya estaba listo todo para montar la caja. Le hice unos agujeritos para pasar las cintas, metí los recordatorios, le pasé las cintas y las etiquetas.
Y ya está, quedó requetebonito ;)
